La meditación es una herramienta invaluable para el estilo de vida acelerado que llevamos. Más que un cambio radical en tu rutina, piénsala como una caja de herramientas que te ayudará a afrontar, de mejor manera, cualquier situación.


No se trata de convertirte en alguien profundamente espiritual o esotérico (aunque si es lo que buscas, sin duda te ayudará), el objetivo de la meditación es aprender a estar mindful—consciente de lo que sientes, lo que piensas, y de tu perspectiva en general.


La meditación no es un remedio mágico para dejar de sentir o pensar ciertas cosas; es una manera de aprender a observar estos pensamientos o sentimientos de una manera objetiva y sin juicios. Eventualmente, podrías aprender también a entenderlos mejor, ayudándote a comprender de dónde vienen y qué los activa.


Tampoco es una solución exprés para resolver tus problemas. Como todo músculo, la mente necesita mucha práctica y constancia para poder fortalecerse; tu práctica diaria te ayudará, en solo unos minutos al día, a entrenarla y poder entenderla mejor.